Salida a Don Domingo del 21 al 24 de Agosto.

Salida a Don Domingo del 21 al 24 de Agosto.

Buenas.

La siguiente es la crónica realizada por Jesús Navas sobre la salida a Don Domingo que realizaron los pasados días desde el 21 al 24 de Agosto.

“Como sabéis, hace varios fines de semana regresamos de Don Domingo de pasar cuatro días y tres noches, del 21 al 24 de agosto. El resumen de la experiencia es que fue sencillamente excepcional, tanto por el lugar, las personas que hemos compartido esos días, el tiempo y, por supuesto, el cielo que pudimos disfrutar allí.

Hemos estado al final diez personas: Luife, María, Manolo, Tere, Pedro, Adolfo, Ana, Mario, Elena y yo. Adolfo y su familia se fueron un día antes y Pedro llegó un día después, pero todos disfrutamos de lo lindo esas noches de observación y también durante el día. Además, hemos tenido encuentros con otros aficionados (Alex y sus amigos), que se habían enterado que estábamos por allí así como con Roberto, un amigo de María y del buen comer. Paco, el dueño del restaurante-casa y su familia han sido de lo más amables y atentos, con verdadero interés en que nos encontrásemos a gusto. Incluso pasadas las 00:30 h, con el permiso del alcalde de Santiago de la Espada, nos han hecho el favor de apagar las farolas de los dos pueblos cercanos a la colina desde la que hemos hecho las observaciones: El Patronato y Don Domingo. Las suyas eran las únicas luces que se veían directamente en todo el horizonte y, aunque eran muy pocas y su efecto sobre el brillo de fondo del cielo era despreciable en el cénit, sí que afectaban negativamente a la adaptación a la oscuridad.

Cuando le decíamos a Paco que nos sorprendía la de vida que se percibía en un lugar tan apartado que incluso allí termina la carretera, él lo negaba: “Nosotros no estamos perdidos”, decía. Con el paso de los días, llegué a pensar que quizás los perdidos eran otros…

Uno de los puntos fuertes del lugar es sin duda la gastronomía, que es realmente exquisita además de abundante y a buen precio. Yo no lo probé, pero dicen que el cordero segureño estaba buenísimo, igual que los platos de cuchara. De lo que sí puedo dar fe es de la carrillada y de los flanes… uffff… 😀 Y no sólo en el restaurante: María preparó una estupenda paella el sábado, de esas que están tan ricas que casi no se habla mientras se come.

Otro de sus atractivos es el paisaje, que es espectacular. Las montañas suelen tener las cumbres redondeadas, muchas de ellas desnudas de vegetación arbórea por la altitud, la ganadería extensiva (generalmente ovino) y las consecuencias de la deforestación porque a alguien se le ocurrió hace tiempo hacer una armada invencible… Las cañadas tienen bosques, generalmente de pinos de repoblación, aunque hay zonas con encinas y monte bajo, además de bosques de ribera. En una de las fotos, podéis ver el pino Galapán, que está a 4 km de Don Domingo por una pista forestal. No se aprecia del todo su altura, ya que se encuentra mucho más lejos del punto de la toma que Manolo y que el vehículo, y además está encajonado en un barranco de paredes muy escarpdas.

Hay ríos, como el Zumeta (afluente del Segura) que excavan profundas gargantas en la roca, cincelando un paisaje espectacular. Aunque el agua está fresca, hay zonas donde se puede disfrutar de un baño en sus aguas limpias, como hicieron los hijos de Adolfo y Ana. Son numerosas las grutas en las laderas, donde los pastores han construido apriscos en donde se refugia el ganado.

En el pueblo, el pastor, vestido de punta en blanco y con sus zapatos limpios, saca a pasear al rebaño de ovejas al atardecer. Y los niños (sí, hay niños allí) juegan por los alrededores sin más preocupaciones.

Todo lo anterior ya hace que valga la pena emprender un viaje de 330 km hasta allí. Pero si lo hemos hecho ha sido por buscar unos cielos más libres de contaminación lumínica que los que podemos encontrar en Málaga para disfrutar de unas noches de observación como las que había por aquí hace al menos 20 o 30 años. Como podéis ver en este mapa, Don Domingo se encuentra (o se encontraba en 2006) justo al sur de Santiago de la Espada en una pequeña “isla” de reducida contaminación lumínica, al noreste de la provincia de Jaén.

http://djlorenz.github.io/astronomy/lp2006/overlay/dark.html

Puesto que ese mapa está normalizado a nivel del mar y el lugar de observación en Don Domingo se encuentra a unos 1550 m de altitud, es de esperar que el cielo esté allí mejor de lo que indica el mapa a primera vista.

Por referencias de otros observadores, se han alcanzado allí valores de fondo de cielo, medidos con el SQM (Sky Quality Meter) de 21,9 mag/arcsec2, lo cual es sin duda un valor excepcional para lo que se puede encontrar actualmente en España. Por lo que hemos comprobado nosotros, también se trata de un valor poco común en el mismo Don Domingo, aunque al menos se puede llegar a él bajo ciertas condiciones meteorológicas, cosa que es impensable, y por mucho margen, en ningún punto de la provincia de Málaga.

Sin haberlo esperado, nos encontramos con una colina junto a la casa-restaurante desde la que se podía disfrutar de un horizonte despejado en todas direcciones. Una verdadera atalaya para contemplar el universo. La primera noche fue la menos oscura de las tres, con un valor de 21,4 mag/arcsec2, que es muy bueno para lo que tenemos en la venta de la Leche un día excepcional (21,21 mag/arcsec2), pero eran valores relativamanete comparables. La segunda fue claramente mejor, llegando a 21,6 mag/arcsec2. Aquí sí que la vista era espectacular, mostrando multitud de objetos por los telescopios. Los más comunes tenían un contraste fuera de lo común. Podías quedarte pegado al ocular con el mismo objeto un buen rato disfrutanto de la vista. La última noche, con 21,5 mag/arcsec2, era intermedia entre las dos anteriores, pero las nubes altas, aunque inapreciables a simple vista, sí que afectaban al contraste en general, además de al nivel de la luz ambiente. Para que nos hagamos una idea con lo que conocemos: la medida de brillo de fondo de cielo en Don Domingo un día bueno pero no excepcional (el segundo), apuntando a la parte del horizonte más contaminada (Murcia) era similar o mejor que el mejor valor en el cénit un día excepcional en la venta de la Leche. Ése es el valor de Don Domingo. Y eso que aún puede llegar a tener noches bastante mejores.

En todas las noches, la luz ambiental era suficiente como para que nos pudiésemos ver las caras, llegando la contaminación lumínica de cientos de kilómetros a la redonda casi en todas direcciones, aunque las que más afectaban al brillo general provenían de Murcia, Guadix-Baza y Cazorla. Santiago de la Espada se notaba mucho por su cercanía, pero globalmente afectaba relativamente poco. Estábamos rodeados por un asedio lumínico en uno de los últimos reductos que quedan en toda Europa donde, al menos, se pueden llegar a reconocer sin demasiada dificultad todas las constelaciones que aparecen en el planisferio hasta la línea del horizonte.

Algo que no he podido medir, pero que sí que se apreciaba al mirar por los telescopios es la reducida turbulencia del lugar, al menos esas noches, lo que puede hacer que sea un buen destino también para observadores planetarios y solares. Ha sido la primera vez que he podido ver el disquito azulado de Urano y de Neptuno con mi telescopio (78 mm), y estaban bastante bajos sobre el horizonte. Fue durante la última noche. Para mí fue emocionante. Y las imágenes que daba el dobson de 22″ de los objetos de cielo profundo eran bastante estables y definidas, tanto con “remojón” (la primera noche) como sin él (la segunda). Algo me dice que los planetas y la Luna también deben verse especialmente bien desde aquí incluso con el 22″. Es algo que deberíamos probar algún día.

Al recoger el 22″ tras la primera sesión, se despegó una soldadura mal hecha que une la base con una de las barras. Afortunadamente, Adolfo la pudo llevar a un taller al día siguiente, donde la repararon, y eso nos permitió poder usarlo la segunda noche.

Hablando del dobson. A pesar de lo aparatoso que es y de que no rinde al 100% sobre todo por sus limitaciones mecánicas, las vistas que nos ha dado este fin de semana han sido memorables, gracias a las condiciones de lugar y a una colimación concienzuda. Además del Ethos 21, hemos usado con él un Nikon NAV-17HW, que se puede convertir en un 14 con un multiplicador dedicado y que parece tener con el telescopio un efecto casi mágico en el sentido de que es capaz de mejorar la calidad de la imagen que proporciona éste respecto a la que da con otros oculares. Gracias a su campo plano y contrastado, el diámetro del telescopio, así como a ese cielo en vías de extinción, las imágenes de M13, M8, M31, M22, M51, etc… hicieron que a alguno se le escapase de vez en cuando un exabrupto… o una llamada de socorro a ¡Luifeeeee! No, este telescopio no da las imágenes de estrellas tan puntuales y contrastadas como lo hace un buen refractor apocromático ni de lejos. Pero sí que permite extasiarte con inmersiones nebulares y galácticas que, salvo en el caso de las más grandes y brillantes como M31, M32 y M110, distan mucho de ser espectaculares en telescopios de escaso diámetro, aunque éstos sean de gran calidad.

En el caso de M51, las dos galaxias mostraban tal cantidad de detalles y de estructuras en sus brazos que daban una sensación de tridimensionalidad. Imagináos el globular M13 ocupando todo el campo de visión de un ocular de 102º… o el cometa C/2014 E2 (Jacques), de en torno a magnitud 6, como una enorme mancha asimétrica de un evidente color verdoso. M8 no cabía en el campo del ocular, y M20 mostraba un contraste brutal gracias al filtro NPB que resaltaba la oscuridad de las nubes de polvo que la dividen en tres lóbulos. También aquí se apreciaba un efecto 3D e incluso algo de color. Algo parecido ocurría con M27 y M57.

Yo, de vez en cuando, miraba por el 22″, pero casi siempre andaba enredando en mi querida “escombrera”. Si no era una cosa, era otra la que fallaba. En fin, lo habitual cuando sales a observar de año en año. Pude hacer un par de panorámicas para sacar la contaminación lumínica del horizonte, que espero poder montar algún día. También pude sacar algunas tomas de la Vía Láctea, que podéis ver aquí.

También hubo sorpresas, como cuando alineando estrellas con la montura GP y el SS2000PC, vi a bajo aumento con el FS78 una enorme nebulosa oscura con ramificaciones junto a Altair, que nunca había visto antes.

La última noche hicimos una foto de recuerdo de los que quedábamos por allí: Pedro, María, Luife, Alex, Manolo y Tere. Bueno, y yo (haciendo la foto, jeje).

En resumen: nos quedamos con ganas de más. Tenemos que volver y pronto: tal y como van las cosas, el cielo NO nos va esperar. A ver si os animáis más para la próxima. ;P ”

Aquí os mostramos algunas fotos:

Más fotos en Facebook

 

3 comentarios

  1. Amigo Jesús, me ha encantado tu crónica y he aprendido con ella cosas que no sabía ni siquiera de su existencia.
    Gracias por todo; por la crónica y por vuestra excepcional acogida durante el día que pasé con vosotros, donde también aprendí un buen montón de cosas y vi por primera vez en mi vida Saturno y sus anillos, amén de otras muchas cosas.
    Sin vuestra generosidad y paciencia, la experiencia no hubiera sido la misma, y confío en que tengamos más oportunidades de vernos en circunstancias similares.
    Solamente he echado en falta una cosa; que habéis puesto muy pocas fotos y sé que allí se tiraron cientos de ellas.
    Me reitero en lo dicho, que muchas gracias por todo.
    Un fuerte abrazo, que ruego hagas extensivo al resto de compañeros.
    Saludos.
    El “pimo” Roberto.

  2. Jesús dice:

    Fue un placer, Roberto.
    A ver si coincidimos para la próxima. 😀
    Un saludo.
    Jesús.

  3. […] entusiasmo por el cielo de la zona, nos hace retroceder algunos años, antes de que en la zona se empezara a tener una mínima concienciación acerca del valor de su […]

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